sábado, 28 de mayo de 2016

Puertas de entrada al convento de Santa María del Valle (Zafra)

La entrada al convento de Santa María del Valle de Zafra está en la calle Sevilla, donde hay dos puertas: la primera puerta de entrada al convento da acceso directo al museo. Es clasicista y fechada en 1574, trae en su coronamiento un escudo de los Duques de Feria. Tiene un arco de medio punto.

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foto de la primera puerta


La segunda puerta de acceso al convento es la más antigua  Es gótica de la segunda mitad del siglo XV. Muestra, a los lados, relieves sobre dos escudos. Uno es de la familia Suárez de Figueroa representado por cinco hojas de higuera y el otro es de la familia Manuel representado por leones rampantes y alas armadas. Sobre estos escudos hay dos imágenes representando un pasaje de la biblia (La anunciación), la imagen que representa a la virgen está encima del escudo de la familia Figueroa y el otro representa al arcángel Gabriel, situado encima del otro escudo. Sobre la clave, un yelmo con un jarrón de azucenas que representa el primer símbolo heráldico de Zafra.

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foto de la segunda puerta

Estas puertas que nos encontramos en la actualidad han sufrido muchas reconstrucciones, no es fiel a la original ni por su situación ni por su apariencia. Las puertas de acceso al convento daban al compás monástico, del cual las Monjas Clarisas vendieron el terreno adyacente a la calle Sevilla, que hoy en día ocupa un negocio privado a cuyos lados se localizan los dos arcos de entrada, al Museo y al convento respectivamente. Las piedras de estos dos arcos fueron descubiertas durante la restauración de parte del convento y se decidió colocarlos en su lugar original.

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antiguamente donde instalaron las 2 puertas en 1

Las puertas han sufrido muchos cambios ya que fueron desmontadas, después las reconstruyeron parcialmente en otro sitio. Construyeron una sola puerta con materiales de las dos frente al torno del convento y aproximadamente hace 11 años las volvieron a construir y situarlas en su lugar original.

foto antigua de la segunda puerta
foto de la segunda puerta en la actuaidad




 












Si comparamos las fotos de la segunda puerta podemos observar claramente que era mucho más ancho el arco antiguo, también vemos que el arco está menos apuntado en la foto antigua. El arco actual es más bajo que el antiguo. La cornisa antes estaba hecha de piedra y ahora está hecha de ladrillo,...
El estado de conservación en la actualidad es más que aceptable.

Bibliografía:

MÉLIDA, J.R.: Catálogo monumental de España. Cáceres, 1925 


Palacio de los Duques de Alba, Abadía (Cáceres)


Está declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1931. Ubicado en la localidad extremeña de Abadía provincia de Cáceres. Este palacio fue en un principio una fortaleza utilizada por los templarios, pasando posteriormente a abadía de monjes cistercienses. En el siglo XV el pueblo y el palacio pasaron a manos de la Casa de Alba, transformando el antiguo edificio y convirtiéndolo en palacio. En 1881 la propiedad pasa a la familia del ganadero salmantino de reses bravas Ramón Flores.


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Abadía de los Duques de Alba en Cáceres
Fue con la Casa de Alba cuando llegó a ser un centro cultural y artístico de gran importancia, academia literaria  de artistas italianos y flamencos, y al que asistieron entre otros Lope de Vega y Garcilaso de la Vega.
El edificio es de planta cuadrada, con un patio central. La fachada principal muestra dos puertas góticas cegadas y una torre en el lado izquierdo, recuerdos del pasado medieval, siendo la puerta de acceso la central, hecha en el siglo XVI. Es rectangular, y sobre ella resalta el escudo de los duques de Alba, ajedrezado, coronado y adornado con banderas humilladas, esculpido en granito.
Desde esta puerta se accede al patio o claustro mudéjar , muy similar al del monasterio de Guadalupe, que constituye lo mas notable de la construcción. Tiene dos cuerpos de arquerías, constituye el cuerpo bajo cuatro lienzos de arcadas, de cinco arcos de herradura apuntada en cada una de ellos, construidos con ladrillo, obra evidente de artífices mudéjares. Se apoyan estos cinco arcos sobre pilares octogonales, de sillería de granito, con capiteles adornados de hojas y bolas .
Esta modalidad de arco, de inspiración oriental, así como la construcción en ladrillo, aquí simulada con pintura, son típicamente mudéjares. La obra se sitúa en el siglo XV, y tiene gran semejanza con el claustro mudéjar de Guadalupe, las cuales se diferencian también de ellas en que sus arcos no son apuntados, muestran la introducción del mudejarismo en la arquitectura monacal. Sobre alguno de los capiteles y del pilar divisorio de los arcos hay una figura esculpida, una cabeza, lo que juntamente con el carácter de los pilares octógonos y sus capiteles, da a entender que parte de la obra de cantería fue hecha por artífices cristianos.

El cuerpo alto se forma con arcos rebajados y pilares sencillos con un plinto por capitel, todo ello de ladrillo. Se evidencia que fue una adición posterior al claustro monacal hecha en el siglo XVI. Así lo indica el carácter de la construcción y el escudo de la Casa de Alba, que en los ángulos, sobre las enjutas y la cornisa, se repite esculpido en piedra. El antepecho abalaustrado de los huecos es de madera.


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Claustro mudéjar
En torno al claustro, en las dos plantas, se disponían las habitaciones, cuyo aspecto original se ha perdido. Una escalera arranca del extremo suroeste del claustro bajo, y en el medio del ala norte existe una puerta que da salida a la huerta actual, que sin duda lo fue del convento y que luego convirtió en deleitoso jardín el gran Duque de Alba.


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Claustro mudéjar  en la antigüedad
Las ruinas actuales solo pueden evocar lo que fue esta singular creación, que ya fue significativa en la España del siglo XVI, y estuvo a la altura de las mejores obras de jardinería del Renacimiento europeo, se puede recrear por las referencias que existe del mismo.
Es de extrañar que no quede resto alguno de la iglesia. Podría pensarse que estuviese delante del edificio, y que de sus dos puertas, una, la de la derecha de la fachada, comunicase con el sagrado recinto, y la otra fuese la del convento. Mas si así fue, obligado es convenir en que el matacán que se ve sobre dicha puerta de la derecha para su defensa, fuese añadido acaso en el siglo XV, cuando desapareciera la iglesia y el convento se convirtiera en casa particular.
Hoy se presenta el edificio como una gran casa de campo, con numerosas reformas, que ponen de manifiesto diversas transformaciones a lo largo del tiempo. Este palacio fue conocido porque tuvo una de los mejores jardines renacentistas de España, a la moda italiana del siglo XVI. Fue  obra de  Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba III , y lo creó como un símbolo del prestigio para exaltar la fama y la figura del gran Duque de Alba. Era un espacio en el que se mezclaban construcciones arquitectónicas, escultóricas, pinturas y estucos, con diferentes especies vegetales, variedad de árboles, juegos y artificios de agua, cenadores y fuentes monumentales. La grandeza del jardín comenzó a deteriorarse sobre 1809, por las tropas francesas.


Foto del jardín a principios del siglo  xx



Bibliografía:
MADOZ, P.: Diccionario Histórico-geográfico de Extremadura, (T. II). Cáceres, 1955.


MÉLIDA, J.R.: Catálogo monumental de España. Cáceres, 1925 

Templete mudéjar del Monasterio de Guadalupe




Está ubicado centrado en el jardín del Claustro Mudéjar llamado el de los milagros del Monasterio de Guadalupe  construido en 1405. El templete está realizado con barro cocido y ladrillo aplantillado, decorado con azulejos y yeserÍas.  Su autoría es de Fray Juan de Sevilla.
Ejemplar único en estilo gótico  mudéjar en España y es meramente decorativo.


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Templete mudéjar de Guadalupe
Es de planta cuadrada achafanada con cuatros estribos en los chaflanes al exterior y octógono en su interior. Se compone de un cuerpo, con arquerías góticas y un alto coronamiento a modo de torre o linterna ciega, octagonal.
El cuerpo es de ladrillo y de color ocre que en cada frente tiene una portada de arquivoltas apuntadas sobre columnillas de finos y esbeltos fustes, con capiteles de varios motivos de frutas y hojas. Una arquivolta es cada una de los pilares o molduras que forman una serie de arcos concéntricos decorando el arco de las portadas. A su vez estas arquivoltas inscriben dos vanos con arcos apuntandos separados por una columnilla o parteluz de albastro. Parteluz es una columna en el centro de un vano .

Los estribos o contrafuertes estan decorados con arquerías gótica


Tiene una elegante cornisa y sobre ella una forja de labor geométrica de ladrillos.


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Planta del templete


El coronamiento es octogonal y tiene tres cuerpos. Cada cuerpo es de ocho lados y hay una arquería de cuatro arcos en el primer cuerpo, de tres arcos en el segundo y de un arco en el tercero. Sobre estas arquerías se eleva una especie de pirámide de gabletes de exquisito aspecto.Un gablete o piñón es una coronación o remate a modo de frontón triangular y peraltado formado por dos líneas rectas y vértice agudo que se colocó en los edificios del primer periodo gótico.


Corona su arquitectura una flecha con corchetes de cerámica blanca y verde, que se prolonga en una cruz de hierro.


Los materiales empleados en la construcción de la fachada son el ladrillo y el estuco policromado (en la tradición gótico-mudéjar), mientras que las torres de los extremos estan realizadas en mamposterÍa.


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Coronamiento del templete


En el interior del templete había una fuente que en la actualidad ya no está como podemos observar en la siguiente fotografía. También podemos ver el mal estado de conservación que tenía este templete a principios del siglo XX .En la actualidad el estado de conservación es excelente.
Templete con la fuente

Bibliografía:

ACEME,I RUBIO,G.: Guía ilustrada del Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Cáceres, 2006.

MÉLIDA, J.R.: Catálogo monumental de España. Cáceres, 1925 





domingo, 8 de mayo de 2016

Fachada principal de la iglesia parroquial de nuestra señora de la Candelaria de Zafra


La Iglesia de La Candelaria de Zafra fue levantada para sustituir la vieja iglesia que se hallaba en la actual Plaza Grande, sufrió numerosos altibajos en su proceso constructivo que no mermaron, sin embargo, su unidad espacial y estética. Se iniciaron las obras en 1527, a iniciativa del tercer conde de Feria, y se abre al culto, aunque sin terminar, en 1546. La construcción prosiguió hasta su culminación allá por la última década del siglo XVI. Fueron Maestros Mayores de la fábrica Juan García de las Lieves y su yerno Andrés de Maeda.


Foto de la iglesia de la Candelaria

Su planta es de cruz latina, construida en una sola nave, con capillas a ambos lados entre los contrafuertes y de coro alto a los pies. De crucero de cortas alas y ábside ochavado, fue erigida en Colegiata en 1609 gracias al fervor religioso del III Duque de Feria.
Su capilla mayor luce un magnífico retablo obra del sevillano Blas de Escobar, con esculturas que se atribuyen a Juan de Arce y se complementa con 2 capillas colaterales.
La nave principal está cubierta por bóvedas de crucería estrellada reduciéndose la decoración arquitectónica a los blasones, querubines y gárgolas de los capiteles de transepto. Se ilumina gracia a cuatro ventanales similares a los del crucero y la cabecera , y a un ojo de buey en la zona del coro alto.
La puerta principal la encontramos en la calle Tetuan de Zafra, data del año 1700,esta orientada al oeste, disponiendo de otras dos puertas laterales , al norte y al sur de la nave central. Muestra dos partes diferenciadas, la parte baja que llega al nivel de la cubierta de la iglesia, de mampostería con sillares en los ángulos y el campanario de dos cuerpos construido en ladrillo que dispone de cuatro caras similares. La torre tardó bastante en culminarse, se terminó en el siglo XIX. Es una torre cuadrada cuyos dos cuerpos superiores ofrecen a cada lado dos ventanas o rasgados, huecos en arco de medio punto, entre columnas adosadas y pareadas, de orden toscano en el cuerpo inferior y jónico en el superior coronado por balaustradas en cuyo centro se encuentra un reloj en cada cara; sirviendo una cúpula de remate al conjunto.
Portada principal de la iglesia de la Candelaria
La portada principal es del renacimiento y de traza herreriana cuyo vano adintelado se enmarca entre dos pares de columnas de mármol sobre podio que sustentan un frontón partido con las esculturas de San Pedro y San Pablo en el que se aloja una hornacina con una imagen de la Virgen.  Encima de esta portada hay un ojo de buey. Su puerta es de madera con clavos y llamadores de forja negros y dos jarrones de azucenas también en forja a modo de adorno representando el primer escudo de zafra, símbolo del ducado de feria.
Detalles de la puerta principal de la iglesia  

En los estribos que al exterior señalan la estructura de la iglesia, algunas molduras y detalles, más el escudo de los Figueroa responden al estilo gótico.
El estado de conservación de este monumento es más que aceptable a mi forma de ver.

Bibliografía:

MAZAGÓMEZ, C.: Los Balcones de Zafra. Badajoz, 2001.
RAMÓN MÉLIDA, J.: Catálogo Monumental de España. Badajoz, 1925.
Ventana en el antiguo ayuntamiento de Zafra (Plaza Chica)


La Plaza Chica, es la más antigua, fue el centro de la villa medieval, la plaza del concejo y del mercado. Responde al modelo de zoco mudéjar de planta rectangular, rodeado de un barrio laberíntico. Su uso mercantil propició que fuese porticada, excepto en uno de sus lados menores donde se encontraba La Casa Consistorial o Ayuntamiento que se estableció  hasta el siglo XIX que se traslada al Pilar Redondo (en 1881), entonces el edificio se destinó a Palacio de Justicia con algunas transformaciones. Una parte se habilita para cárcel y calabozos del partido judicial. Actualmente es la Escuela de Música.


Plaza Chica
En sus orígenes (1430) era una casa con su fachada cubierta de azulejos árabes hasta que se levantó el nuevo edificio, ahora de estilo neoclásico. Las últimas reformas se hicieron en 1976.
En esta fachada nos encontramos un marco plateresco en piedra del siglo XVI  con motivos renacentista y en cuyo centro se observa un jarròn con azucenas . He investigando su significado y he descubierto que se trata del primer escudo de Zafra. Símbolo que los Suárez de Figueroa habían colocado junto con sus propios escudos familiares. Este signo representativo de Zafra en sus comienzo como villa consistía en un jarrón de plata con azucenas. El historiador y anterior Cronista Oficial don Antonio Salazar, sitúa en la fecha del dos de febrero, festividad de la Purificación de la Virgen María, o de la Candelaria, la conquista de Zafra a los moros por el rey San Fernando, allá por el año 1241. De esta relación de la ocupación de la villa con la fiesta de la Virgen parece ser que la población tomó como primer signo heráldico el jarrón de azucenas, aludiendo con ello a la pureza virginal de María. Y este solitario signo de dicho jarrón constituyó, desde el siglo XIII hasta el XVIII, el único escudo que representaba a Zafra. Aunque en la actualidad este escudo ha variado.


Marco plateresco


Debajo de este jarròn separado por un espacio en blanco hay una inscripción en latín que pone textualmente :
Vere Hoc Consumatum Est Opus Anno Domini MDCCL, Iudicibus Ordinaris D.D Carolo Gonzales Llamazares Et Dom. Joannes Chacon de Alva Becu.
Significa más o menos: Este trabajo está realmente terminado el año de 1750, el juez ordenó D.D Carlos González Llamazares y D. Juan Chacón Becu de Alva.


Foto de la ventana del antiguo ayuntamiento de Zafra


Me llamo mucho la atención de este espacio en blanco y viendo fotos antiguas observe que se utilizaba para poner los antiguos nombres de la plaza como plaza de la libertad , plaza del 7 de agosto que debe a su nombre a la entrada de las tropas nacionales en Zafra durante la guerra civil,...

Plaza Chica en la antigüedad


Plaza Chica en la antigüedad

El estado de conservación de la ventana del antiguo ayuntamiento, a mi forma de ver está aceptable.

Bibliografía:

MAZAGÓMEZ, C.: Los Balcones de Zafra. Badajoz, 2001.
RAMÓN MÉLIDA, J.: Catálogo Monumental de España. Badajoz, 1925.


Atrio de la iglesia de Santa Clara


El monasterio Santa María del Valle, conocido como convento de Santa Clara, fue fundado en 1428 por el primer señor de feria, Gómez I Suárez de Figueroa y su esposa Elvira Laso de Mendoza, su clausura donde profesaron dos de sus hijas y su iglesia para servir de panteón de los Feria. A partir de este momento y hasta el siglo XVIII, el convento fue objeto de  intenso patronazgo por la Casa de Feria.  La huella de este mecenazgo queda reflejada en los muros de su clausura y en la colección de piezas que alberga.


Este convento está situado en la calle Sevilla de Zafra, es una construcción de estilo franciscano. Se accede a él por dos puertas y entre ellas hay locales.comerciales. La primera puerta que nos encontramos da acceso directo al museo. Este museo fue inaugurado en el año 2007 y muestra al público gratuitamente una rica colección histórico-artística. Yo cuando fui aparte de ver la historia del convento y de los Duques de Feria había una exposición de Cervantes que me pareció muy interesante. La segunda puerta es gótica de la segunda mitad del siglo XV.  Esta puerta me llamó más la atención que la primera, ya que observe que tenía el escudo de los Duques de Feria, un jarrón con azucenas, el mismo escudo que me encontré en las otras dos prácticas.

Segunda puerta de acceso al atrio

Accediendo por esta segunda puerta se divisa el atrio que está situado en el lateral de la iglesia; es de estilo mudéjar compuesto por cinco arcos de medio punto peraltados y realizados con ladrillo que data del siglo XVI y acoge la portada de la iglesia, fábrica en líneas sencillas entre los años 1715 y 1718. En las paredes encontramos varias lápidas con inscripciones en latín en distinto estado de conservación.


Atrio del convento
El estado de conservación del atrio a mi forma de ver está muy bien conservado.

Es increíble que la primera vez que visite este atrio fue para una misa que mi familia le hizo a mi abuelo. Ese día paso desapercibido para mi todos los detalles que anteriormente he descrito. Pero si ya era para mi importante este atrio de manera sentimental ahora teniendo los conocimientos que tengo es mucho más especial.

Bibliografía:

RAMÓN MÉLIDA, J.: Catálogo Monumental de España. Badajoz, 1925.
RUBIO MASA, JC.: Santa María del Valle. Arte y devoción en torno a la patrona del convento de clarisas de Zafra. Badajoz, 1996.

viernes, 6 de mayo de 2016

El aljibe de la Casa de las Veletas


El aljibe de la Casa de las Veletas es uno de los aljibes mejor conservados y de mayor tamaño de toda la Península Ibérica y una maravilla de la arquitectura del agua hispanomusulmana. Es el único resto del alcázar de Cáceres (época Omeya), inicialmente construido sin bóvedas y dotado de decoración en los arcos, hecha de cal que confirma un uso no hidráulico de la construcción. Es posible que su primer destino fuera de mezquita. Una gran reforma en la segunda mitad del siglo XII puso fin a dicho uso, convirtiéndolo en aljibe. En este momento se sellaron las juntas murarias (pared-pared y pared-suelo) mediante boceles; los lienzos noroeste y sureste fueron recrecidos y se alzaron las esbeltas bóvedas que hoy cubren las cinco naves del edificio. Desde que se convirtió en aljibe, la decoración aplicada sobre los revestimientos comenzó un proceso de degeneración imparable hasta nuestros días que ha dejado irreconocibles sus restos. En 1231 cuando Fernando III concede la Segunda Carta de Población a Cáceres, se especifica: “Del alcázar subsisten restos algunos muy notables, como el del aljibe” (Capítulo IV del Fuero de la Villa).
Tras años de abandono se recupera su uso como aljibe, siendo utilizado para abastecer la población a finales del siglo XV. Entre los siglos XVI y XVIII, Lorenzo de Ulloa, propietario de la antigua casa fuerte medieval bajo la cual se encuentra el aljibe, la convierte en palacio que responde al esquema compositivo renacentista para los palacios civiles, dando lugar a la actual Casa de las Veletas. Siguiendo la normativa real, los vecinos de Cáceres siguieron abasteciéndose del aljibe, al que accedían por una puerta creada con tal fin, hoy desaparecida. En la esquina Norte del aljibe se construyó una pequeña estancia separada para separar el agua accesible al vecindario de la exclusiva de los propietarios de la casa. 


Aljibe de la Casa de las Veletas

Después del “redescubrimiento” de la edificación por José Ramón Mélida en 1914, pasado un largo tiempo de abandono, el aljibe fue sometido a diversas reparaciones y reformas durante la primera mitad del siglo XX, algunas de ellas, más recientes, encaminadas a convertir la Casa de las Veletas en Museo Provincial. Se trata de reformas de carácter más “estético” que estructural, aunque las obras llevan paralizadas varios años.


Vista general de la sala sin agua, como fue concevida

El aljibe, con las galerías que le rodean por tres de sus lados, ocupa el centro de la Casa de las Veletas, bajo el patio, por cuyo pavimento penetra el agua pluvial que alimenta el depósito. Es de planta rectangular, de 13.50 x 9,90 m. y 137 m2 de superficie, está cubierto por cinco bóvedas de cañón de ladrillo cuyos estribos se apoyan en dieciséis arcos de herradura y doce columnas monolíticas de granito reaprovechadas, con muros testeros cerrando los lados Este y Oeste. Los muros, cuyo espesor alcanza más de un metro, son de argamasa y mampostería, los arcos, las bóvedas de ladrillo y las columnas de piedra. Las columnas toscanas, labradas en granito, evidencian capitel y basas sencilla, siendo en su mayoría de procedencia romana, y supliéndose a veces por pilares de rodillo. Se aprecia también algún capitel de aspecto visigótico. El pavimento del aljibe consta de un solado de ladrillo más una capa de cal encima. No se edificó sobre roca, como sucede con casi todos los aljibes, sino sobre unos rellenos artificiales construido por el hombre superiores al metro de espesor.


Detalle de traza de arcos de herradura


Me parece que es muy bonito, ya que he estado en Cáceres varias veces y en la casa de las veletas y no sabía que había tantas cosas  interesantes como esta.

Bibliografía:

BUSTAMANTE MONTORO, R et alii.: Sistema constructivo del aljibe almohade de la Casa de las Veletas de Cáceres. Valencia, 2009.
RAMÓN MÉLIDA, J.: Catálogo Monumental de España. Badajoz, 1925.
La Torre de Espantaperros


Es la torre militar albarrana, que significa separada del resto de la muralla, más monumental y destacada de la Alcazaba de Badajoz. Antiguamente era llamada la Atalaya  o vieja y en la actualidad es más conocida por el mote de Torre de Espantaperros, dado que tenía una campana y esta hacía un sonido muy agudo que asustaba a los perros.  Esta campana se guarda actualmente en el Museo Arqueológico Provincial.



Foto actual de la Torre de Espantaperros


La Torre Espantaperros fue construida por los almohades en el año 1170, por el Califa Abu Yaqub Yusuf. Esta construida en argamasa y tapial , la altura de la torre es de unos 30 metros . Su planta es octogonal, coronada por un cuerpo cuadrangular, avanzando unos 25 metros sobre la cerca principal , a la que se le une mediante un lienzo amurallado. Se divide en tres cuerpos, el inferior macizo, uno central hueco que alberga dos pisos, y una terraza almenada. El primer piso se comunica con el adarve (camino situado en la parte alta de las murallas) mediante un lienzo de muralla protegido por otras dos pequeñas torres. Ambos pisos tienen una distribución inferior idéntica. Constan de una pequeña cámara central cuadrada, con bóveda vahída, y un espacio alrededor dividido en tramos rectangulares y triangulares, cubiertos con pequeñas bóvedas de arista. Los muros exteriores tienen arcos ciegos y algunos poseen aspilleras. La comunicación entre ambos pisos se realiza mediante una escalera que pasa a través de un hueco en la bóveda. La terraza está marcada hacia el exterior mediante una imposta de ladrillos, formando el motivo listeles paralelos, característico de las construcciones almohades. Esta terraza estaba en comunicación visual directa con el resto de atalayas que construyeron los musulmanes alrededor de la ciudad.     


Adarve de la Torre de Espantaperros



Sobre la terraza sobresale un cuerpo de ladrillo, de planta cuadrada y 8,5 metros de altura, añadido en el siglo XVI. Dicho cuerpo posee dos órdenes de arcos, los inferiores semicirculares y los superiores lobulados. Los arcos arrancan de pilastras achaflanadas, reducidas a ménsulas en uno de los frentes. Esta estructura envuelve a una más pequeña que tuvo la construcción original, hecha de mampostería y ladrillo, con arcos ciegos y entrecruzados. Esta construcción probablemente fue linterna de luces para las estancias inferiores o bien una habitación de refugio como las que se encuentran en las terrazas de los alminares musulmanes.


Su estructura recuerda a la de Sevilla ( Torre del Oro), de planta dodecagonal y de mayores dimensiones, hay que recordar que es posterior 50 años a la de Badajoz , y fue construida tomándola de referencia.


En el verano de 1920 el estado de ruina era preocupante. Un par de años después parte de la torre se desplomó cayendo al interior de una de las viviendas que tenía adosadas. El alcalde, a petición del arquitecto municipal, exigió a la Comisión de Monumentos que se pronunciara: se restauraba la torre o se destruida y fue restaurado por el arquitecto Ventura Vaca.


Foto antigua de la Torre de Espantaperros



Es increíble que la alcazaba de Badajoz pudiera estar en el siglo pasado en tan lamentable estado y por fin se decidieron a restaurarla e incluso el hecho de que pensaron destruirla, pero no me gusta como esta en la actualidad ya que a mi forma de ver le han quitado mucho encanto.

Bibliografía:


ORTIZ ROMERO, P.: Crisis, desbarajuste y abandono en la política conservacionista en la Extremadura contemporánea. El caso de la Torre de Espantaperros (Badajoz). Badajoz, 2011.
RAMÓN MÉLIDA, J.: Catálogo Monumental de España. Badajoz, 1925.